Para Isabel, en su cumpleaños
Aquí estoy.
Aquí vengo.
Con los brazos abiertos.
Con el corazón encendido.
Con la lágrima viva.
En ti te abrazo.
En ti os abrazo.
En ti me abrazo.
Qué indefinible sensación abrazarse a un árbol alto y delgado en un día de viento. Cerrar los ojos, abrir los sentidos y dejarse acompasar el cuerpo a su vaivén, mientras la luz del día dibuja solares entre la tierra y el cielo.
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